[Ψ] FM: Faith and the Muse

Ser gótico (o siniestro, que decíamos en mi época) es, evidentemente, un movimiento muy estético, pero con un cierto transfondo. Igual que el heavy y el hard llamaban al rebelde, al inconforme, el siniestreo llamaba al rarito social, al que no encajaba con el estandar (porque no era guapo, porque no le gustaba el pijerío, porque era gay, o porque tenía intereses literarios/musicales/culturales que iban más allá de el SuperPop, los Hombres G y las películas de Hollywood. Éramos, como bien decía el maestro Quino, “el montón de los que no quieren ser parte del montón” 😂😂😂
Que al final éramos como todo el mundo, salíamos a divertirnos como todos; a ligar, beber y bailar como todos; trabajábamos y nos buscábamos la vida como todos… Pero, ah, aquellos momentos mágicos por las noches… cuando lo ultraterreno existía, los vampiros nos rodeaban, luchábamos contra las maldiciones, los espíritus llamaban nuestra atención, y Chtulhu nos observaba con pérfidos y apocalípticos designios…
Hacerse viejo no es cumplir años, hacerse viejo es perder magia, e imaginación para adornar la vida y el mundo que nos rodea.
Y, para rematar mi desbarrada, dejo uno de los mejores grupos siniestros donde los haya, y de los que mejor transmiten esa sensación de decaimiento y añoranza.

