Freddie Mercury

Hoy, para celebrar el día internacional de la violencia feminazi, vamos a… ni de coña. La violencia es violencia en ambos sentidos, y un problema a resolver, no una excusa para que cuatro orcos de Moria vivan del cuento. Otro día hablamos de esto, hoy toca otra cosa.

Ayer fue el aniversario de la muerte de el putísimo amo, el señor Farouk Bulsara, Freddie el Mercurios para los amigos. Sí, era una loca, una bruja, una zorra viciosa… pero era el mejor en lo suyo. Nadie ha sabido llenar tanto un escenario con solo su presencia y a plena luz del día, y nadie ha sido capaz de imitar su facilidad (y la del resto de Queen) para componer e interpretar con tanta variedad de registros, del progresivo al hard, del vodevil a la música disco, del swing a la épica.

Dejo los dos temas con los que le descubrí a él y a Queen, un single del Sheer Heart Attack que tenían mis padres y que aún conservo (aquellos que tenías que poner un adaptador en el tocadiscos). Para mi padre, la muerte de Freddie fue como para mí la de Bowie, se nos perdió la magia.